RUMBO A LA JMJ – PANAMÁ 2019 – Tema II

 In Recursos

 TEMA GENERAL 2017

 EL PODEROSO HA HECHO OBRAS GRANDES POR MÍ

(Lc 1,49)

 

TEMA 2 (mes de Mayo): “OBRAS GRANDES HAS HECHO EN MÍ”

1. OBJETIVOS

  • Redescubrir a través del cántico de María y de la figura del Beato Juan Zegrí, la gratuidad, el gozo, la alegría y la humildad, con la que viven sus días frente a las maravillas que Dios ha obrado en ellos.
  • Reconocer que los dones que Dios nos ha dado son para servir a los demás como Jesús que pasó haciendo el bien ayer, hoy – por medio de nosotros – y siempre, a través de las generaciones a quienes les pasaremos la antorcha de nuestra fe, esperanza y caridad.
  • Entrar en sintonía con la persona de Jesús que nos convoca para la próxima JMJ 2019. Llegando a comprender que es un evento que necesita jóvenes de fe audaz, esperanza sólida y caridad solícita.

2. METODOLOGÍA

Catequético, ver – juzgar – actuar – revisar – celebrar

 

3. DESARROLLO DE LA REUNION

3.1 VER (partimos de la experiencia)

DINAMICA: La mano del talento o la mano del emprendedor.

(Lo que necesitaremos para realizar esta dinámica es la mano, papel y bolígrafo).

PASOS:

Entregar una hoja y un bolígrafo a cada joven, e indicar que deben dibujar una de sus manos.

Explicar el significado de cada uno de los dedos de la mano (se puede llevar dibujado en un papelote o en una diapositiva):

  • Dedo pulgar: Afirman los antropólogos que es el dedo de la famosa pinza, es decir, el dedo de la evolución humana. Entonces, es el dedo de la evolución, de la innovación, de la creatividad.
  • Dedo índice: En todas las culturas es el dedo que indica, de la dirección, del liderazgo, de la marcación de los horizontes, es decir, indica hacia dónde debemos ir.
  • Dedo corazón: Es el dedo más fuerte, y su fortaleza son las emociones.
  • Dedo anular: Es el dedo de los anillos, de las alianzas. Por lo tanto, es el dedo que nos hace establecer alianzas (amistad), nos hace establecer redes con los demás.
  • Dedo meñique: es el dedo que entra donde los demás no entran. Por lo tanto, es el dedo detallista, que da forma a los últimos detalles, que cae en la cuenta de lo que falta.

Indicar que escriban en su mano dibujada una acción concreta en cada uno de los dedos.

  • Dedo pulgar: identifica tus talentos ¿para qué eres bueno/a? incluso en cosas que no tienen nada que ver con la carrera que estás estudiando o con lo que haces en el colegio o con el trabajo que desempeñas.
  • Dedo índice: Establece una dirección en tu vida, una dirección para tu talento, y establece una hoja de ruta a mediano o corto plazo. Ten en cuenta que en todos los seres humanos hay una zona de comodidad y una zona de confort. Necesitas salir de tu zona de confort, tomar decisiones ¿qué harás en concreto para fortalecer tus talentos?
  • Dedo corazón: Pon corazón en lo que haces, cuídate, quiérete y quiere lo que haces, busca apoyos afectivos, positivos de gente que te quiera ¿pones todas tus ganas en hacer crecer tu talento? ¿valoras lo que haces? ¿a quiénes estás acudiendo para que te ayude a crecer en tus talentos?
  • Dedo anular: Establece alianzas, busca socios y socias que te ayuden a encauzar tus proyectos, que te ayuden a ser mejor hijo/a, hermano/a, amigo/a. Busca redes y contactos y muévete en las redes, pero fíjate bien con quiénes estableces relación ¿a quiénes necesitas incluir para que te ayuden a hacer crecer tus talentos?
  • Dedo meñique: Muévete con agilidad, realiza tus actividades hábilmente, no dejes cosas para mañana, sé bueno en lo tuyo, es decir, perfecciona tus habilidades trata de llegar a lo que otros no han llegado. No necesitas competir con nadie ni pisar a nadie. Se trata de ver ¿qué detalles o qué cosas aún no has hecho para pasar hacer crecer tus talentos?

 

3.2 JUZGAR (buscamos luz sobre el tema)

Video: “Vida y obra del Padre Zegrí”

CHARLA: “Deja tu vida en el Señor y Él hará obras grandes en ti”

El Padre Zegrí, fundador de nuestra congregación, nació en un hogar como el nuestro. Sus padres, forjaron su rica personalidad en los valores humano/evangélicos; valores que le otorgaron una elegancia natural y una capacidad de relación entrañable y cercana para con todos.

Dios Padre, por su Espíritu, le regaló la vocación sacerdotal para servir a los seres humanos el Evangelio de la caridad redentora. Después de cursar sus estudios se ordena sacerdote, y más adelante, impactado por los problemas sociales y por las necesidades de los más desfavorecidos, se sintió llamado, también, a fundar una Congregación religiosa para liberar a los seres humanos de sus esclavitudes.

El padre Zegrí, como nosotros, descubrió a la luz de la oración el don que Dios le había regalado. Como hombre de fe, quiso responder a tan maravilloso regalo. Se dejó conducir por el Espíritu y poniendo todas sus esperanzas en Jesús, y movido por la caridad, el amor por los más pobres, deja que ese don recibido dé frutos abundantes.

Así, sin reservarse nada, y sabiéndose pobre y necesitado de la gracia, pone toda su confianza en el Señor. Y con corazón humilde, despojado como Jesús de sus propios intereses y vanaglorias, se pone al servicio para que el don de su ministerio sacerdotal alcance a otras generaciones. Por eso, deja fundada una congregación femenina que se convierta en el canal por donde fluya el amor para las nuevas generaciones necesitadas, pobres y desamparadas.

El P. Zegrí fue un hombre capaz de descubrirse a sí mismo, ayudado por la luz del Espíritu, y como María también puede cantar Mi alma canta al Señor porque ha mirado mi humillación y el Poderoso ha hecho obran grandes en mí” (cf. Lc 1,26ss.). Habiendo entendido como María, su misión en el mundo se entrega total y exclusivamente a Cristo, viviendo sus mismas actitudes y sentimientos. Perdonando a quienes le calumniaron, no tiendo en cuenta el mal y creando lazos de comunión, de encuentro y de relación. Ofreciéndose con Jesús en la cruz, para bien de la humanidad, construyendo humanidad nueva. Amando a María, de quien siempre estuvo enamorado, dando un sí a Dios, a la vida, a la historia y a los seres humanos menos favorecidos.

El Padre Zegrí como María creyeron en el poder de la Palabra, en efecto, Jesús le ha prometido que “El que en crea en mí, hará él también las obras que yo hago; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre” (Jn 14,12).

Mayores cosas vienen cuando pensamos en grande, y pensar en grande es pensar en los demás, es pensar en un mundo más justo, más solidario, más humano. ¿Tú crees que realmente habrá cosas mayores que vengan para tu vida? Todos hemos aprendido y hemos conocido quién es Dios a través de su Palabra. Todos hemos aprendido el poder de Dios, su magnificencia. Pero, ¿cuántos de los que están aquí creen que Dios es un Dios grande y poderoso que ha hecho grandes cosas?… El Dios en el que creemos, del que habla la Biblia ha hecho grandes cosas, hizo los cielos, la tierra y todo lo que en ello habita. Es Dios poderoso y verdadero hace grandes cosas y también las cosas grandes las hace en nuestra vida.

Hay muchas cosas que deseamos y que anhelamos, pero debemos de creer que Dios es el que hace todas esas cosas para cada uno de nosotros.

La razón por la cual Dios hace todas las cosas en nuestra vida es para que Él sea glorificado. El éxito en tus estudios. El éxito en tu casa, con tu familia. Los éxitos personales tienen un solo propósito: Que Dios sea glorificado. En la casa donde vives, Dios sea glorificado. La ropa que vistes, Dios sea glorificado. El colegio donde estudias, Dios sea glorificado, porque al final la gloria de Dios eres tú.

Lo que Dios quiere hacer en tu vida no tiene nada que ver con las cosas materiales. Cosas grandes y poderosas que Dios tiene para nosotros, tiene que ver con nuestra vida, con nuestro diario  vivir, con lo que hacemos, con lo que logramos, con los éxitos que todo el tiempo tenemos en nuestra vida; esas son cosas grandes.

Y esas cosas grandes son las que Dios nos está llamando que vivamos todos los días. Conocemos lo que Jesús hizo en esta tierra, caminó por esta tierra y nos enseñó la voluntad del Padre. Y todo lo que el Señor hizo y lo que el Señor sigue haciendo, son de grandeza. Provienen de Él, pero lo que a través de ti el Señor puede lograr.

No somos una casualidad, no somos un experimento; no estamos abandonados por Dios. Si nos ha ido mal en alguna de las cosas, tal vez debemos reflexionar que por eso, por esas cosas que nos están saliendo mal, ha sido por nuestras decisiones. Pero también en medio de esas situaciones difíciles, Dios tiene planes grandes para nosotros.

Entonces, como María y el Padre Zegrí tenemos que anunciar la grandeza de Dios en nuestra vida, en los momentos difíciles, en los momentos de preocupación, en las indecisiones, en los conflictos, en todo momento debemos manifestar la gloria de Dios.

El Dios poderoso, el Dios glorioso, ¡ese es Dios! Y es el mismo que prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Es el mismo Dios que hizo saltar de gozo al niño en el vientre de María, es el mismo Dios que condujo al Padre Zegrí por los caminos de la caridad redentora.

3.3 ACTUAR (nos comprometemos)

  •  Revisar “la mano del talento” y concretizar qué líneas vas a trazar en tu proyecto personal. Recuerda que tienes paradigmas que no lo ves nunca en televisión y no son ofertados como los artistas de hoy… Sin embargo, ellos, María y el Padre Zegrí han dejado una huella en el pasado, que tiene fuerza en el presente y la tendrán en el futuro, porque lo que es de Dios es para siempre.

3.4 REVISAR (Lo que hemos aprendido)

  • Hay algo que ha tocado de manera especial mi corazón?
  • ¿Qué cosa he aprendido del tema hoy?
  • ¿Qué detalles de me faltan cubrir en “la mano del talento”

3.5 CELEBRAR (Sintonicemos con el corazón de María, que es el corazón de la Iglesia que reza)

  • Podemos ambientar con la imagen de María y el Padre Zegrí
  • Encender un cirio.
  • Cada joven deposita ante el altar ambientado “la mano del talento”.
  • Juntos rezar:

Declaro que las cosas grandes que

tiene Dios para nosotros, vienen para nosotros.

Para cada joven, para cada mujer, para cada varón,

para cada niño, Señor, vienen cosas grandes.

Cosas que ojo no vio ni oído oyó,

esas cosas las recibimos en tu nombre, Señor.

Oh Dios pon paz en nuestro corazón,

pon armonía en nuestro ser,

pon unidad en nuestras vidas,

pon amor los unos con los otros,

perdón los unos con los otros.

Pon en nuestras vidas tu esperanza Dios.

Señor pon en mí la esperanza de ver tu gloria,

la esperanza de ver tus promesas cumplidas, tu grandeza, tu amor.

Quiero lograr ver lo que tú tienes para mí

Gracias por tu Palabra Señor.

Gracias porque puedo creer,

Porque puedo esperar,

porque puedo amar.

Ayúdame a crecer,

dispón de todo lo que soy y tengo

para hacer crecer los dones que me han dado a tu servicio, Señor.

Hazme tierra humilde, sencilla, dócil en tus manos.

Que pueda presentarte siempre aquello que fui,

que soy y que seré siempre en tus manos, Señor

Quiero confirmar y anunciar hoy con alegría,

Que “El poderoso ha hecho obras grandes en mí”.

Amén.